ELECCIONES PRESIDENCIALES 2023 - BALOTAJE

Estamos ante una nueva elección, la del cargo ejecutivo de la Nación Argentina: PRESIDENTE. Se elige a aquel que va a gobernar los próximos años. 


Como ciudadanos, uno de nuestros derechos es sufragar, emitir nuestro voto, como lo dicta la constitución Argentina como un derecho en el artículo 37: “El sufragio es universal, igual, secreto y obligatorio”. Como Argentinos, junto a aquellos que abrazan la nacionalidad y la hermandad a nuestro pueblo, estamos ante una decisión superlativa. 


Cómo cristianos evangélicos protestantes argentinos, vivimos bajo un sistema de gobierno democrático, y según el artículo 1º de la constitución: "La Nación Argentina adopta para su gobierno la forma representativa republicana federal”. La democracia como cualquier sistema de gobierno a lo largo de todo el globo es perfectible, es decir, siempre se puede perfeccionar y mejorar, porque todo sistema tiene defectos.

Pero quiero recordarles que no importa el sistema que vivamos de acuerdo al país que nos haya tocado nacer, nuestro sistema de gobierno por identidad en Cristo Jesús es TEOCRÁTICO. Es cierto que vivimos bajo una democracia, pero nuestro sistema es un modelo de vida TEOCRÁTICO, BÍBLICO y CRISTOCÉNTRICO.

Esto supera toda diferencia y toda relación de poder humano bajo el cual vivamos. 


Muchos en esta tierra vivimos bajo una democracia, otros viven en diferentes sistemas políticos: Socialistas, federales, presidencialistas, parlamentarios, monárquicos, monárquicos parlamentarios, semi parlamentarios, monárquicos absolutos, republicanos, plurinacionales, descentralizados, unitarios, islámicos, constituyentes, etcétera, o cualquier mezcla de estos; PERO sea en el lugar que vivas, país, imperio, isla, territorio, puedes adoptar el sistema del reino de los cielos, y que es para todos por igual y sin igual, que ha superado toda barrera y ha derribado la pared intermedia de separación.


Para los que ESTAMOS EN CRISTO JESÚS, tenemos por segura la Palabra de Dios la cual dice:


En aquel tiempo ustedes estaban sin Cristo, vivían alejados de la ciudadanía de Israel y eran ajenos a los pactos de la promesa; vivían en este mundo sin Dios y sin esperanza. Pero ahora, en Cristo Jesús, ustedes, que en otro tiempo estaban lejos, han sido acercados por la sangre de Cristo. Porque él es nuestra paz. De dos pueblos hizo uno solo, al derribar la pared intermedia de separación y al abolir en su propio cuerpo las enemistades. Él puso fin a la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo, de los dos pueblos, una nueva humanidad, haciendo la paz, y para reconciliar con Dios a los dos en un solo cuerpo mediante la cruz, sobre la cual puso fin a las enemistades (Efesios 2:12-16). 


Somos hijos de Dios, no podemos estar discutiendo por migajas, peleando por los subsidios mal habidos y perversos de los gobiernos de turno, implorando como mendigos las sobras repartidas a cambio de votos, esperando ingenuamente promesas futuras.


Celebramos las pensiones, jubilaciones, asignaciones, protecciones sociales, subvenciones, y todo lo que de manera justa otorga el estado, claro que lo celebramos. Creemos que el rol que ejerce el estado, en cada sociedad, debe realizarlo mirando con amor al pueblo que representa buscando su bienestar. 

Pero… si tuviésemos todo y no nos faltase nada, o si tuviésemos nada y nos faltase todo; si el gobierno nos asiste cumpliendo su deber, o si no lo hiciera y se dedicara a desahuciar a la población; sea la manera que fuese, debemos ser agradecidos a Dios de cualquier manera. Porque Dios es es la única y suficiente fuente para nosotros, Él es nuestro proveedor y no nos va a desamparar NUNCA. Dice la Palabra de Dios:


“Maldito el hombre que confía en el hombre” (Jeremías 17:5). “…bendito el hombre que confía en mí, que soy el Señor, y que en mí pone su confianza. Ese hombre es como un árbol plantado junto a los arroyos; echa sus raíces junto a las corrientes, y no se da cuenta cuando llega el calor; sus hojas siempre están verdes, y en los años de sequía no se marchita ni deja de dar fruto” (Jeremías 17:7-8).

Y cada uno tenga por cierto que “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús” (Filipenses 4:19).


¡Es verdad! Todos vivimos bajo una sistema de gobierno ya establecido… pero nunca olvidemos: Nuestro sistema es un modelo de vida TEOCRÁTICO, BÍBLICO y CRISTOCÉNTRICO.

¡También es verdad! …tenemos deberes y responsabilidades, y no importa cuando escuches esto: “Ante todo recomiendo que se hagan peticiones, oraciones, súplicas y acciones de gracias a Dios por toda la humanidad. Se debe orar por los que gobiernan y por todas las autoridades, para que podamos gozar de una vida tranquila y pacífica, con toda piedad y dignidad. Esto es bueno y agrada a Dios nuestro Salvador” (1 Timoteo 2:1-3 DHH).

Recordemos: “…no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas” (Romanos 12:2). 


Vayamos a efectuar el acto democrático emitiendo nuestro voto, pero hagámoslo con temor y reverencia a Dios. Y cualquier otra opción personal que tengas, que todo sea dentro de lo que Dios hable a tu corazón. 

Recordá, nunca nada va estar mal si TU identidad en Cristo Jesús es un modelo de vida TEOCRÁTICO, BÍBLICO y CRISTOCÉNTRICO.


Pr. Carlos Samuel Mansilla

CASA BÍBLICA ARGENTINA



Pages