No te vas a olvidar jamás - Exposición Bíblica

Hay un olvido que puede perjudicar nuestras vidas, y más precisamente, puede hacernos perder nuestra salvación.

2º Pedro 1:9
Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados.

¿De que cosas está hablando? De fe, virtud, conocimiento, dominio propio, paciencia, piedad, afecto fraternal y amor (1º Pedro 1:5-7). Estas cosas implican la vida de Cristo en nosotros.
Este es un olvido muy raro y extraño porque el que ha sido salvo ¿Cómo se puede olvidar de cómo Dios nos saco de ese pozo oscuro? ¿Cómo nos podemos olvidar de cómo Dios nos limpio de nuestros antiguos pecados? ¿Cómo es que nos podemos olvidar de nuestra salvación?
Precisamente, el que no tiene los usos y las costumbres de una vida práctica (Hebreos 5:14) ejercitada en rechazar insistentemente lo malo y promover multiplicando lo bueno, a hecho lo que nunca tendría que haber hecho: OLVIDAR.

Retener vs olvidar.
¿Olvidar la salvación es posible? Sí, es posible. La Palabra de Dios dice que en la vereda contraria de “olvidar” está “retener”. Esto significa que si no hacemos uso de nuestro entendimiento, de nuestra memoria, de nuestro limpio entendimiento, nos auto confinamos al olvido. Podemos decir que si no retenemos, guardamos y proyectamos su palabra como parámetro de nuestra vida, nos estamos voluntariamente inclinando en una vida de errores, muerte, y olvido negligente. Esto es ignorancia voluntaria por culpa de nuestra pereza.

2 Pedro 3:1-5
1 Amados, esta es la segunda carta que os escribo, y en ambas despierto con exhortación vuestro limpio entendimiento, 2 para que tengáis memoria de las palabras que antes han sido dichas por los santos profetas, y del mandamiento del Señor y Salvador dado por vuestros apóstoles; 3 sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, 4 y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación. 5 Estos ignoran voluntariamente, que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos, y también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste.

Pedro les habla a aquellos que conociendo la salvación ahora tienen en poco la promesa de su venida. Por lo tanto apela al entendimiento, a las cosas que ya conocemos para hacer memoria de los mandamientos. Esta es una exhortación a no olvidar. Los burladores y amantes del pecado y de sus propios deseos son olvidadizos intencionales, tienen un olvido voluntario, han decidido olvidar por haberse estancado en la vereda contraria. Prefieren no afrontar lo que ellos han considerado dejar de lado.

Para NO OLVIDAR es necesario esforzarse, ser determinado, crecer, guardarse y procurar con solicitud.

Debemos apelar y esforzarnos con diligencia para procurar la salvación y no olvidarla (1º Pedro 3:14). Debemos guardarnos para no caer y ser arrastrados por el error (1º Pedro 3:17). Nosotros lo sabemos de antemano, no nos podemos hacer los tontos o los olvidadizos (1º Pedro 3:17). Debemos crecer en la gracia (1º Pedro 3:18). Esto demanda un esfuerzo de recordar, retener, velar. No hacer esto es olvidar voluntariamente, es decidir dejar de hacer lo que Dios nos alienta por medio del apóstol Pedro.

Dice la Palabra de Dios esta gran promesa:

Apocalipsis 3:10-11
10 Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra. 11 He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona.

No olvides sino que debés retener la palabra con paciencia para que ninguno tome tu corona. Retené lo que tenés!!! No te olvidés!!!

El apóstol Pablo también habla de traer a memoria constantemente y esto queda demostrado en cada una de sus cartas y cada una de estas representa el conocimiento insistente que tenía de cada una de las Iglesias y de sus amigos. Él buscaba acordarse y no olvidarse. Leamos:

2 Timoteo 1:5-8
5 trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también. 6 Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. 7 Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. 8 Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios.

Pablo aconsejaba a Timoteo a avivar lo que había en él, a activar con entendimiento la posibilidad de un crecimiento intenso. Pablo trabajaba personalmente con su propia mente (v5) y aconsejaba a hacer lo mismo (v6): fomentar lo bueno, no olvidar lo imprescindible, practicar lo encomendado. Lo estimulaba a un esfuerzo valiente, con prácticas precisas establecidas por Dios (v7), para ser testimonio (v8) de la salvación y de todo lo aprendido por medio de las escrituras..

Tenés que avivar
Para nosotros es lo mismo. Tenemos que avivar lo que hemos recibido de Dios, hacer un esfuerzo de acrecentar una vida de victoria por medio de prácticas concretas (2º Pedro 1:5-7). Todas estas cosas son remedios contra el olvido.
Tenés que practicar los remedios caseros contra el olvido. ¿Cómo? En tu casa: recordá, ejercitá el recuerdo, traé a memoria, avivá ese fuego y haz prácticas concretas de la vida de Cristo que va transformando tu vida de gloria en gloria.

Las implicancias de olvidar
Lo interesante de esta palabra: olvidar, que se encuentra en 2º Pedro 1:9, es que proviene de la palabra griega: Lethe (λήθη, G3024). Esta palabra viene de una antigua forma que significa: Olvidar voluntariamente, ignorar de una manera voluntaria. También significa “esconder” y “ocultar”.
Pedro, en esta carta, tiene en mente esta clase de personas. Es un llamado de atención a no olvidar.

Por esto nos debemos decir a nosotros mismos y entre nosotros: NO TE VAS A OLVIDAR JAMÁS. Debemos obligarnos a no olvidarnos jamás y te animo a que digas: NO ME VOY A OLVIDAR JAMÁS.
Expresá con valentía y osadía, hacé una resolución y confesá: No me voy a olvidar jamás, no te vas a olvidar jamás.

Otro dato interesante es que de esta palabra griega Lethe surge de la actual palabra castellana “letargo” (HIBERNAR): 1. Estado de adormecimiento e inactividad ó 2. Estado de cansancio y de somnolencia profunda y prolongada. Nosotros debemos tener cuidado de no entrar en esa parálisis espiritual, en esa disminución de actividad, entumecimiento o atontamiento. Dice la Palabra de Dios: Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño? Un poco de sueño, un poco de dormitar, Y cruzar por un poco las manos para reposo; Así vendrá tu necesidad como caminante, Y tu pobreza como hombre armado (Proverbios 6:9-11).

Olvidarse es infidelidad
Olvidarse es ir detrás de otros dioses, es retirar a Dios de su único primer y exclusivo lugar. Esto es infidelidad a Dios: NO DEBEMOS SER INFIELES. Leamos:

Deuteronomio 8:19
Mas si llegares a olvidarte de Jehová tu Dios y anduvieres en pos de dioses ajenos, y les sirvieres y a ellos te inclinares, yo lo afirmo hoy contra vosotros, que de cierto pereceréis.

Debemos hacer el esfuerzo de nunca olvidarnos de Dios. No olvidar es trabajar en el recuerdo y en la memoria parar hacer lo que Dios quiere según su voluntad y reconocerlo como Señor de nuestras vidas en todo. El orgullo según la Palabra de Dios es olvidarse de Dios y de su salvación. Es cuando le doy crédito a mi propia fuerza al ver que todo me va bien y me sale bien. Es dejar de lado a Dios cuando veo crecimiento en todas las áreas de mi vida y en vez de dar la gloria de Dios me la doy a mi mismo.
El orgullo es olvidar: ¡No te enorgullezcas, no te olvides de Dios!

Deuteronomio 8:11-14
11 Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy; 12 no suceda que comas y te sacies, y edifiques buenas casas en que habites, 13 y tus vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te multipliquen, y todo lo que tuvieres se aumente; 14 y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre.

Orgullo es: ignorar voluntariamente las cosas que Dios hizo por mí dándome crédito a mi mismo.

NO TE OLVIDES. ACORDATE INTENCIONADAMENTE, DELIBERADAMENTE, VOLUNTARIAMENTE, LIBREMENTE, INSISTENTEMENTE.

Deuteronomio 8:17-20
17 y digas en tu corazón: Mi poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza. 18 Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día. 19 Mas si llegares a olvidarte de Jehová tu Dios y anduvieres en pos de dioses ajenos, y les sirvieres y a ellos te inclinares, yo lo afirmo hoy contra vosotros, que de cierto pereceréis. 20 Como las naciones que Jehová destruirá delante de vosotros, así pereceréis, por cuanto no habréis atendido a la voz de Jehová vuestro Dios.

No olvidar es recordar, es retener, es hacer memoria, para no perder nuestra corona. Es un ejercicio de avivar todo lo que viene de Dios para cambiar nuestro estilo de vida. Es mantener una línea de comportamiento en obediencia a su hermosa palabra.

No olvidar es acordarse de todo lo que es Dios para nuestras vidas. Esto nos lleva a guardar la ley de Dios y a obedecerlo. Si amamos a Dios y practicamos estas cosas: Fe, virtud, conocimiento, dominio propio, paciencia, piedad, afecto fraternal y amor, entonces no vamos a estar ocioso y vamos a tener frutos. Entonces no nos vamos a olvidar jamás, NO TE VAS A OLVIDAR JAMÁS.

Por Carlos Samuel Mansilla





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