- NOVIEMBRE 2018 -
Campo de acción
“porque no es aprobado el que se alaba a
si mismo, sino aquel a quién Dios alaba”
(1 Corintios 10:18)
Palabras del Pastor Carlos Samuel Mansilla
Hay una medida, una regla (G2583: Kanon*) unos límites dentro del cual nos movemos como hijos de Dios. Cuando el apóstol Pablo hablaba acerca de la medida, hablaba de un punto de comparación, de un ejemplo, de un modelo de vida (1), por otro lado, también se refería a normas y a un régimen de comportamiento (2), y esta medida funciona como contención, como un campo de acción dentro del cual no nos podemos exceder (3).
Nuestro punto de comparación es Cristo (1)
Cuando hablamos de la “medida” estamos hablando de la regla que Dios nos ha dado para poder medirnos, nos estamos refiriendo a que nuestro punto de comparación es Cristo. No podemos medirnos con otras referencias, porque toda otra clase de medida, regla, tabla de medir, otras pautas o modelos, otros criterios, cálculos o mediciones, nos van a llevar siempre a errores.
La medida es la que Dios nos propone en si mismo. Calibrarnos y evaluarnos por fuera de esa medida nos va a conducir y a encaminar hacia un fracaso porque cualquier otra unidad de medida va a estar llena de fallas, inseguridades, frustraciones, fracasos y finalmente la muerte. Cualquier imagen comparativa por fuera de Dios siempre van a tener errores de cálculo porque nunca va a existir una medida perfecta.
Nuestras normas y reglamentaciones de vida son según Cristo (2)
También hablar de medida es hablar de normas, pautas, principios, es hablar del “abecedario” o “alfabeto” con el que debemos ser gobernados. Gálatas 6:14 y 15 nos muestra esa línea conductora. Es un criterio, una directriz, una pauta que nos define. Podemos ver claramente que no podemos medirnos con nosotros mismos o bajo nuestros propios criterios, sino bajo la obra de Cristo por la victoria obtenida en la cruz. Por causa de Cristo hemos muerto para movernos con temor bajo el único criterio legítimo, válido y perfecto. Dice gálatas que nada vale nada, que ningún criterio tiene sentido sino verlo desde una nueva perspectiva, desde la nueva creación, desde un nuevo punto de vista único que es por medio de Cristo. Ésa es la regla (Gálatas 6:16). En filipenses 3:14-17 podemos leer la amonestación acerca de seguir una misma regla, de sentir lo mismo, lo que es perfecto, lo que pertenece al supremo llamado de Dios por medio de su hijo Jesucristo.
Nuestros límite es Cristo y no podemos exceder ese campo de acción (3)
La palabra “medida” también nos lleva al “campo de acción”. Existe un área, un límite, una zona dentro de la cual nos podemos mover con confianza y seguridad. Salir fuera de esa zona de confort es extralimitarse. Dejar la medida de Cristo a un lado y ponernos a nosotros mismos como referencia es extralimitarnos, es pasar los límites. Debemos tener a Dios como único digno de gloria y cualquier semilla de orgullo que nos haga creer en nosotros mismos por fuera de Dios, nos va a llevar fuera de los límites y de la medida. Dice 2º Corintios 10:13-18 que no podemos actuar desmedidamente, extralimitarnos, sino que debemos permanecer dentro de la regla que nos da la medida perfecta y los límites de confort. Permanecer conforme a nuestras propias reglas es extralimitarnos, es salir de la medida, es actuar desmedidamente. Estar fuera de los límites siempre va a significar inseguridad porque sólo bajo las alas de Dios vamos a estar protegidos (Salmos 91:4, Rut 2:12).
2 Corintios 10:13-18
13 Pero nosotros no nos gloriaremos desmedidamente, sino conforme a la regla que Dios nos ha dado por medida, para llegar también hasta vosotros. 14 Porque no nos hemos extralimitado, como si no llegásemos hasta vosotros, pues fuimos los primeros en llegar hasta vosotros con el evangelio de Cristo. 15 No nos gloriamos desmedidamente en trabajos ajenos, sino que esperamos que conforme crezca vuestra fe seremos muy engrandecidos entre vosotros, conforme a nuestra regla; 16 y que anunciaremos el evangelio en los lugares más allá de vosotros, sin entrar en la obra de otro para gloriarnos en lo que ya estaba preparado. 17 Mas el que se gloría, gloríese en el Señor; 18 porque no es aprobado el que se alaba a sí mismo, sino aquel a quien Dios alaba.
Ubicarnos bajo la protección de Dios es entender que solamente Él es digno de alabanza y es quién debe llevarse todo el crédito como nuestro defensor, quien se interpuso ante la muerte para rescatarnos de nuestra pena capital. Ahora, bajo esta naturaleza redimida, no existe margen para llegar a creernos que tenemos algún tipo de crédito en esta historia. Dentro de esta “medida” divina nadie puede glorificarse a si mismo sino en Dios. Es por esto que para ser aprobados es necesario entender que la medida (2 Corintios 2:17-18) es bajo la protección de un Dios que nos ama con tanta pasión que en la cruz marcó la historia de nuestra protección total. Es por eso la necesidad de andar en luz, porque de esta manera estaremos cubiertos (1º Juan 1:7).
* Diccionario Strong: κανών. Kanón: de κάνη káne (caña derecha, i.e., vara); regla («canon»), i.e. (figurativamente) norma (de fe y práctica); por implicación límite, frontera, i.e. (figurativamente) esfera (de actividad): regla.
Con devoción en Cristo Jesús…
Pastor Carlos Samuel Mansilla